

Coatzintla: debate entre palabras recicladas y proyectos que no cuajan
DÍA DE LA MARINA
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Coatzintla, Veracruz | Cuando un debate municipal se convierte en una colección de lugares comunes y promesas reempacadas, lo que queda es medir la autenticidad, la claridad de propuestas y la capacidad de ejecución de quienes buscan gobernar. El reciente encuentro en Coatzintla, organizado por el OPLE Veracruz, reunió a cuatro candidaturas: Lorena López Velásquez (PT), Araceli García Valencia (PAN), Elizabeth Vargas Grant (PRI) y Alfonso Falla Bonilla (Movimiento Ciudadano). Morena, el partido en el poder, simplemente decidió no asistir. Un gesto que revela más de lo que cualquier discurso puede encubrir.
Un desfile de buenas intenciones
Cada participante intentó presentarse como “la voz del pueblo”, con énfasis en la unidad y el deseo de un Coatzintla mejor. Sin embargo, en la mayoría de los casos, las propuestas carecieron de profundidad técnica y se repitieron con diferentes envolturas: mercado municipal, clínicas, recolección de basura, desarrollo deportivo y, por supuesto, el eterno problema del agua potable.
Lorena López, del PT, fue probablemente la más hábil en el manejo del discurso institucional. Habló de proyectos específicos como balnearios en el río Cazones, municipalización del servicio de agua, una planta de fertilizantes, casas de atención para personas mayores, y prometió continuidad a obras previas. Sin embargo, fue cuestionada por su propio pasado como síndica. ¿Por qué no se hizo todo eso cuando estuvo en funciones?
Araceli García (PAN), por su parte, se mostró sólida, con experiencia administrativa y propuestas claras como una unidad de salud mental, apoyo a mujeres, creación de una escuela municipal del deporte y una contraloría ciudadana para vigilar recursos. Su discurso fue estructurado y, sobre todo, coherente. Llamó la atención su postura crítica hacia el ausente candidato de Morena, a quien acusó de utilizar programas sociales para condicionar el voto.
Elizabeth Vargas (PRI) insistió en un crecimiento económico basado en ecoturismo, inversión privada, mercados y capacitación para la reutilización de plásticos. Fue reiterativa con frases como “sí se puede” y “vamos a crecer económicamente”, pero faltó sustancia. Su visión es bienintencionada, pero se sostiene en generalidades.
Alfonso Falla Bonilla (MC), maestro y ex candidato independiente, trató de posicionarse como la opción ciudadana. Propuso un Consejo de Vigilancia para evitar la corrupción, fundar un cuerpo de bomberos, capacitar jóvenes a través del ICATVER y levantar un noticiero municipal por YouTube. Aunque algunas de sus ideas tienen mérito, otras parecen improvisadas o con escasa viabilidad presupuestal. Su ataque directo a quienes ya fueron funcionarios lo pone como outsider, pero se arriesga a quedarse en el papel del crítico sin equipo.
¿Quién ganó el debate?
En términos de discurso estructurado y dominio del foro, Araceli García del PAN fue la más sólida. Demostró conocimiento del aparato administrativo y experiencia en políticas públicas. No prometió imposibles, y su mensaje final fue claro: servir sin servirse.
Lorena López (PT) fue elocuente, sí, pero no logró resolver las dudas sobre su pasado como síndica. Elizabeth Vargas (PRI) apeló más al entusiasmo que al detalle. Alfonso Falla (MC) se mostró auténtico y cercano, pero sus propuestas necesitarían mucho más que voluntad para concretarse.
En Coatzintla, como en tantos municipios del país, el verdadero reto no está en los discursos de campaña, sino en el cumplimiento de las promesas. En este debate quedó claro quién tiene un proyecto, quién recicla aspiraciones y quién simplemente quiso mostrarse como “la buena persona” de siempre.
La elección no será entre derecha o izquierda. Será entre experiencia y credibilidad, entre pasado no resuelto y futuro todavía incierto.