SER POLICÍA:

• Es saber dónde comer bueno y barato. 
• Es pasar de 80 a 180 pulsaciones en segundos en reacción al peligro latente.
• Es volverse religioso en silencio, portando alguna imagen de Díos, o algún amuleto. 
• Es despedirse de todo y de su familia todos los días, porque no sabes si regresaras a verlas.
• Es cada día, a veces no estar valorando tu vida ni un instante cada que defiendes la vida de la ciudadanía, que ellos dicen que para eso te pagan con sus impuestos.
• Es tener criterio para darle solución a todo lo importante o a lo urgente.
• Es cenar, comer o desayunar en el cofre de la patrulla.
• Es ver como los segundos se convierten en horas mientras repeles una agresión en la oscuridad de la noche y no saber si vas a morir en ese instante.
• Es regresar el saludo a un niño que te da su mano emocionado en la calle en señal de que eres su héroe. 
• Es llevar tranquilidad a quien está en crisis cuando fue víctima de la delincuencia y los llevaste tras las rejas. 
• Es darle miedo al criminal, cuando lo enfrentas sin miedo a perder tu vida por defender la de alguien que no conoces.
• Es llorar en el pase de lista de los caídos.
• Es una bendición porque no todos los que intentaron ser, pudieron lograrlo.
• Es servir al municipio, aún a costa de la vida misma.
• Es no tener festejo de cumpleaños, ni festejo del día del padre o madre, porque te toca estar de turno. 
• Es estar lejos de tus seres queridos en navidad, año nuevo y día de reyes, mientras todos festejan y brindan en familia.