La carrera Atlética de Santiago Apóstol no sólo reunió deportistas provenientes de diversas partes del país, el estado y la región sino que por más de dos horas y fracción levantó el ánimo de los asistentes, generó el cálido aplauso y arrancó lágrimas de emoción, varios fueron los motivos que impulsaron a los corredores a hacerlo y los sentimientos afloraron. 

En el casco de la cabecera municipal, el área del palacio municipal, el parque y la iglesia, recibieron a los primeros lugares encabezados por el poblano número 267 el ganador Mario Alberto Ramiro Allende, quién desde la salida se mantuvo a la cabeza de los casi 300 registrados, mismos que una vez roto el récord empezaron a llegar en solitario o por grupos.

Hombres, mujeres de todas las edades y categorías siguieron pisando el tapete electrónico colocado para tal fin y recibiendo las medallas respectivas, mientras que el Presidente Municipal Lic. Cesar Ulises García Vázquez agradeció la participación a los asistentes para conmemorar un evento tradicional festivo y en el que la fuerza y preparación quedaron demostrados.

Acompañado de la reina Karen, los regidores Irving López, Angélica Galicia y Obed García, la Presidente del DIF, mtra. Gladiola Sánchez Salas, secretario municipal, Oscar Leandro Rosales, titular del INMUJERES, profra. Leticia Acosta, Contadora Pilar Martínez, el munícipe premió a cada ganador de una serie de 33 atletas que recibieron el mérito económico a su esfuerzo. 

Los grupos de familias corriendo en honor de alguno de sus familiares, con sus fotos, sus camisetas de recuerdo, el participante en muletas y otros llegando a la meta con sus pequeños, humedecieron los ojos de muchos de los que de por sí con la sutil lluvia que caía en los rostros de los asistentes se había mojado. 

Por lo anterior, el munícipe valoró el entusiasmo y la disposición de los viajeros de Oaxaca, Hidalgo, Puebla, Estado de México, Tabasco, Tamaulipas y los anfitriones de Coatzintla, así como a los compañeros responsables de cada tarea que hizo posible una carrera alegre, sin incidentes y llena de esfuerzo personal que les valió el reconocimiento público antes de volver a casa.