Cada 29 de septiembre, el mundo entero dirige su atención al Día Mundial del Corazón, una fecha crucial designada para combatir las Enfermedades Cardiovasculares (ECV), conmemoración que fue establecida en el año 2000 por la Federación Mundial del Corazón (WHF), con el apoyo de organismos tan importantes como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la UNESCO.
Si bien la fecha se celebraba inicialmente el último domingo de septiembre, fue hasta el 2011 que se fijó el 29 de septiembre de manera permanente para garantizar una coordinación global más efectiva de las campañas de sensibilización.
Su principal objetivo es concienciar masivamente sobre las ECV, su prevención, control y tratamiento, dada su trágica relevancia; y es que las enfermedades del corazón se han consolidado como la primera causa de muerte en el mundo, cobrando aproximadamente 20.5 millones de muertes cada año, según información de la Federación Mundial del Corazón
El mensaje central de esta jornada es contundente: la mayoría de estas muertes son evitables, la clave está en el control individual de los factores de riesgo, promoviendo tres hábitos esenciales: llevar una alimentación saludable, realizar ejercicio físico diario y evitar el consumo de tabaco.
Aunque no hay un número exacto de cuántas enfermedades cardiovasculares existen, ya que «enfermedad cardiovascular» es un término general que abarca un grupo amplio de trastornos del corazón y los vasos sanguíneos, incluyendo, entre otras:
- Ataque al corazón o infarto de miocardio: se caracteriza por el estrechamiento de los vasos sanguíneos encargados de llevar sangre al corazón.
- Enfermedades cerebro vasculares: es causada por un sangrado intracerebral o por un coágulo de sangre depositado en el cerebro.
- Hipertensión: es la presión arterial alta, y se trata de uno de los mayores riesgos de padecer un infarto.
- Angina de pecho: es un tipo de dolor de pecho provocado por la reducción del flujo sanguíneo al corazón.
- Arritmia: es una alteración del ritmo cardiaco.
- Insuficiencia cardíaca: sucede cuando el corazón no es capaz de bombear la sangre suficiente para cubrir las necesidades del organismo.