Poza Rica, desorden total en vialidad
Autoridades y ciudadanos reconocen el desorden de vialidad en la ciudad.
En un sondeo de Foro Poza Rica.com (donde por cierto, varios de los entrevistados pidieron no ser fotografiados),
conductores culpan al transporte público, peatones acusan a automovilistas y viceversa o culpan a la falta de señalamientos.
Escasea la cortesía e impera la prisa por llegar y no habrá presupuesto suficiente para colocar reductores de velocidad, semáforos,
señalamientos, pasos peatonales y agentes de Tránsito en cada avenida de la ciudad, aquí las entrevistas:
Rafael es taxista y considera que «hay suficientes señalamientos, hay suficientes pasos peatonales y suficientes semáforos, pero no se respetan, hace falta respetarlos.
«Los conductores no respetamos y la gente se atraviesa en las calles sin fijarse. Nos hace falta mucha cultura vial a los que manejamos y a los que caminan».
Incluso, el entrevistado reconoció que como él, muchos taxistas se detienen en cualquier lugar y de manera intempestiva buscando pasaje.
Por su parte Diego Armando Mogollón, motociclista, asegura que siempre utiliza casco y que conoce el significado de los señalamientos viales.
Admite que conduce a velocidad excesiva pero solamente cuando hay poco tráfico en el bulevar (Ruiz Cortines) o en lugares abiertos,
sobre todo en la carretera a Tuxpan.
Nunca ha atropellado a alguien, «gracias dios», pero «sí he estado a punto, porque el semáforo está en verde y ellos
(los peatones) a huevo quieren cruzar, uno se tiene que parar para no atropellarlos.
«Normalmente en la ciudad el mayor peligro es con los taxistas. Creo que la gente no respeta los señalamientos, incluso a veces me paso
los altos y muchos taxistas lo hacen, uno va apenas cruzando y ellos ya se cruzaron aunque tengan rojo».
Para Marco Antonio Mendoza, que conduce su vehículo particular, «faltan señalamientos y pasos peatonales, también semáforos
actualizados y que tengan vuelta a la izquierda mientras paran a los que vienen de frente. No hay ninguno y te tienes que aventar de trancazo.
«Ayudaría poner letreros de 1×1, porque en muchas arterias principales se hacen unos nudos muy grandes y nadie cede el paso
y si alguno o a mí se me ocurre hacerlo en seguida la empiezan a refrescar. Falta mucha educación vial».
En cuanto a peatones, ciclistas y motociclistas, el entrevistado dijo que «es un desastre todo lo es la vialidad, pero son los peatones
los que la vienen pagando también porque no tienen pasos para cruzar».
El ciudadano resaltó que en otros puntos de la república hay pasos elevados que obligan a los automovilistas a reducir la velocidad para dejar pasar al peatón.
José Luis Hernández, operador de camión, considera que sobre todo en el centro de la ciudad circula un gran número de vehículos particulares y taxis,
lo que ocasiona embotellamientos, también reconoce que no respeta altos o paraderos.
En ese sentido, María Elena Sánchez, que sale a correr por el bulevar, asegura que ha estado a punto de ser atropellada al cruzar entre camellones.
«Aunque podría decir que son taxistas los que conducen peor, también hay mucho particular que conduce al hablar por teléfono,
mujeres y hombres, van distraídos y uno tiene que ir a las vivas. También hay quienes caminan al escuchar música a todo volumen y no se fijan.
Creo que estamos mal automovilistas y gente de a pie, nadie respeta a nadie».
Isaí es ciclista y va por las calles con su casco protector, dice que muchos taxis le «avientan» el carro
y que debe estar muy atento para evitar que lo atropellen. Asegura que respeta los semáforos y los señalamientos para no sufrir accidentes.
Marcia López, que conduce su automóvil, estima que la falta de cultura vial existe en todos lados,
«pero eso no significa que aquí tenga que ser igual. Me parece increíble que haya gente que camine sobre la calle habiendo banquetas,
que haya gente cruzando el bulevar cuando cerca hay un puente para hacerlo, de los automovilistas, qué te digo?
Hay quienes van hablando por celular, o mujeres que se van maquillando y no se dan cuenta de que el auto es como un arma».
Gabriela Ruiz Serna/Reportera
Imágenes: Gabriela Ruiz Serna