

¿Qué onda con la canícula?
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La canícula es un fenómeno climático que se presenta en México durante la temporada de verano, caracterizado por un periodo de disminución de las lluvias y un aumento de las temperaturas, esto debido al calentamiento excesivo del aire y los cielos despejados. Este periodo, que suele durar alrededor de 40 días, se presenta con intensidad variable según la región, pero con una constante: el aumento sostenido de las temperaturas y el estrés hídrico.
El término «canícula» proviene del latín «canis» (perro), haciendo referencia a las constelaciones Canis Maior y Canis Minor. Antiguamente, la aparición de la estrella Sirio (la más brillante de Canis Maior, conocida como la «estrella abrasadora») en el horizonte coincidía con este periodo de intenso calor.
A diferencia de otras olas de calor, la canícula se distingue por presentarse dentro de la temporada de lluvias, con una interrupción temporal de las precipitaciones. Esta anomalía genera impactos en salud, agricultura, disponibilidad de agua potable y condiciones de vida, especialmente en comunidades rurales y urbanas sin acceso a infraestructura adecuada.
¿Cuándo inicia y cuánto dura la Canícula en México?
Aunque no hay una fecha exacta y fija, la CONAGUA y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) suelen indicar que la canícula generalmente comienza en la segunda mitad de julio, y para el 2025, se ha mencionado que podría iniciar alrededor del 3 de julio y se estima que puede durar aproximadamente 40 días, extendiéndose hasta finales de agosto o mediados de agosto, dependiendo de la región y las condiciones atmosféricas de cada región.
Las proyecciones meteorológicas indican que al menos 21 estados del país registrarán temperaturas superiores a los 40 grados Celsius, alcanzando máximos de hasta 45 grados en algunas regiones. El fenómeno tendrá su epicentro en el sureste, centro y parte del Bajío, con afectaciones adicionales en entidades del Pacífico y algunas zonas del norte.
Entre los estados con mayor riesgo están:
Sureste:
- Campeche
- Chiapas
- Quintana Roo
- Tabasco
- Veracruz
- Yucatán
Centro y Pacífico:
- Colima
- Guerrero
- Michoacán
- Morelos
- Oaxaca
- Puebla
- Tlaxcala
Bajío:
- Guanajuato
- Hidalgo
- San Luis Potosí
Es importante mencionar que, aunque la canícula se caracteriza por una disminución de las lluvias, estas no desaparecerán por completo en estos estados, sino que su número será menor. En contraste, estados como la Ciudad de México, Zacatecas, Aguascalientes, Coahuila y Querétaro no suelen verse afectados con la misma intensidad por este fenómeno, o incluso tienen un impacto menor, aunque pueden experimentar una reducción en las precipitaciones.
¿Es cierto que este año la canícula será extrema?
Según diversos pronósticos de la CONAGUA y el SMN, se prevé que este año las temperaturas sean muy elevadas y que en algunas regiones podrían llegar a ser históricamente altas, asimismo, señalan que la combinación de fenómenos como El Niño-Oscilación del Sur (ENSO), que altera las temperaturas del Océano Pacífico tropical, y el calentamiento global, son factores que podrían hacer de esta canícula una de las más intensas registradas. Aunque se habla de temperaturas muy altas, el impacto no será uniforme en todo el país. Algunas regiones, como la Ciudad de México y ciertos estados del centro-norte, podrían experimentar una canícula menos severa en comparación con otros años, o con una menor disminución de lluvias, aunque sí con temperaturas elevadas.
Es completamente comprensible sentir preocupación ante la llegada de la canícula, especialmente con los pronósticos de altas temperaturas. Sin embargo, «no alarmarse» no significa ignorar el riesgo, sino adoptar un enfoque proactivo y basado en la información, en lugar de caer en el pánico.
¿Por qué debemos de evitar alarmarnos?
Si bien es común ver en redes sociales y en diversos medios de comunicación información alarmante respecto a este fenómeno, es muy importante mantener la calma ya que la canícula no es algo nuevo, puesto que este evento climático ocurre anualmente en México; alarmarse por el inicio de la canícula, sería como tenerle miedo al inicio del invierno, en lugar de prepararse para el frío.
Finalmente, es importante recordar que la meteorología tiene un grado de variabilidad, los pronósticos se ajustan y no son definitivos, por lo que el impacto real puede variar ligeramente de lo pronosticado.